Tener información y acceder a métodos anticonceptivos modernos son derechos de todos y todas.
Y para que estos se cumplan, hay una condición clave que no debe pasarse por alto: La información sobre ellos debe ser clara, comprensible y completa.
¿Qué significa?
Que cualquier persona pueda entenderla, porque sólo de este modo podrá tomar decisiones en torno a su salud sexual y reproductiva por sí misma.
¿Qué implica?
Reconocer que las mujeres y jóvenes con discapacidad tienen los mismos derechos y posibilidades que el resto de las personas.
Acceder a anticonceptivos momdernos permite que las mujeres y jóvenes con discapacidad puedan:
- Decidir si quieren tener hijos o hijas, y en caso de querer, decidir cuándo
- Prevenir embarazos no deseados (incluyendo el acceso a anticonceptivos de emergencia y a asesorarse sobre cómo se utilizan)
- Cuidarse contra las enfermedades de transmisión sexual (incluyendo el #VIH)
Estos derechos reconocen que las mujeres y jóvenes con discapacidad deben ser apoyadas en sus elecciones y protegidas contra torturas o tratos inhumanos, degradantes o crueles. ¿Sabías que muchas personas con discapacidad son sometidas a esterilizaciones forzadas y a recibir anticoncepción sin su consentimiento?
¡La información clara y accesible es necesaria para que todas las personas puedan tomar decisiones dignas!